“La mayor inflación que registra México desde enero de 2001, ubicada en 7,72 por ciento interanual, encarece el costo del dinero y reduce el poder adquisitivo de sectores populares.
Este comportamiento refleja un incremento de precios de productos de primera necesidad, que disminuye el consumo y causa pérdida del poder adquisitivo: la inflación se convierte en un impuesto regresivo para las familias de menor ingreso”.
Analiza José Ignacio Martínez Cortes Coordinador de LACEN-UNAM y profesor del CRI-FCPyS en El País CR