En junio, la inflación anual al productor fue de 10.52% y la del consumidor ascendió a 7.99.
Sin embargo, los alimentos, en junio incrementaron 12.92%. La leche y sus derivados aumentaron
15.43%; pan, tortillas y cereales se encarecieron en 15.07%. Las frutas y hortalizas incrementaron sus precios 13.90%; la carne encareció 11.15%; el azúcar, incrementó 7.18%.
En julio, el gasto escolar, el aumento de los precios en productos agrícolas, alimentos, combustible y transporte incrementarán aún más la inflación.
Ello incidirá para que el 11 de agosto y el 29 de septiembre Banxico incremente la tasa de interés.
Se restringe el consumo en los hogares en 67% ya que 38 millones 573 mil trabajador@s no les alcanza para comprar alimentos de la canasta básica”

“En junio, la inflación anual al productor fue de 10.52% y la del consumidor ascendió a 7.99.
En julio, el gasto escolar, el aumento de los precios en productos agrícolas, alimentos, combustible y transporte incrementarán aún más la inflación.
Ello incidirá para que el 11 de agosto y el 29 de septiembre Banxico incremente la tasa de interés.
Por lo que 27.4 millones de clientes bancarios, que cuentan con tenencia de crédito formal, son los que tienen más riesgo de ser afectados si no cubren a tiempo el pago de la tarjeta de crédito o empréstito bancario.”

“La confianza del consumidor para adquirir bienes duraderos está en ubicado en un nivel bajo histórico, 25.7 puntos (de 100); la confianza empresarial para invertir en los próximos 12 meses es de 60.05 y la expectativa empresarial para contratar personal durante el año es de 51.82 puntos.
En mayo, con relación a abril, se incorporaron 1 millón 400 mil personas buscando trabajo.
Para finales de año, la tasa de interés se ubicará en 9.25 (+/0.25) y la inflación en 8.3%.
La expectativa del PIB pasa de 3.4 a 1.3%.
Se restringe el consumo en los hogares en 67%.”

“La inflación provocará que 38 millones 670 mil 234 personas (que ganan entre uno y dos salarios mínimos), no alcancen a cubrir el mínimo de la canasta básica. Por ende, el gobierno debe ejercer el presupuesto programado para que la inversión y el gasto público provoquen una derrama económica que se refleje en producción empresarial y, a su vez, en la generación de empleo”.